sábado, 28 de abril de 2012

Aziza Brahim, premio a la mejor banda sonora del Festival de Cine de Málaga



La actriz y compositora saharaui Aziza Brahim posa hoy tras conseguir una Biznaga de Plata a la mejor banda sonora original por la película "Wilaya" en el XV Festival de Cine Español de Málaga.

DIGITAL EXTREMADURA  5 de mayo de 2012  La artista, que ofrecerá un concierto en la XXI edición de WOMAD Cáceres, ha sido premiada con la Biznaga de Plata a la Mejor Banda Sonora Original por la película `Wilaya´.El filme, estrenado en la XV edición del Festival de Cine Español de Málaga, donde cosechó números elogios de crítica y público, contaba con su debut como actriz en la gran pantalla
Aziza Brahim
La cantante y percusionista saharaui Aziza Brahim Maichan, nació en los campamentos de refugiados de la Hammada de Tinduf, en Argelia. Allí fue donde aprendió a componer sus propias canciones, así como a poner música a los poemas de su abuela, Ljadra Mint Mabruk, conocida en su país como “la poetisa del fusil”.
Gracias a este aprendizaje creó la banda sonora de la películaWilaya, que ahora ha sido galardonada con la Biznaga de Plata en la XV edición del Festival de Cine Español de Málaga, donde ha cosechado grandes elogios por parte de la crítica especializada y el público congregado.
La polifacética artista que, además, participa en la película como actriz debutando así en la gran pantalla, ofrecerá un concierto junto a la banda Guilli Mankoo Band en la XXI edición de WOMAD Cáceres que tendrá lugar del 18 al 20 de mayo en el casco histórico de la ciudad cacerense.
Aziza Brahim (Sahara)
Aziza Brahim Maichan es una cantante y percusionista saharaui nacida en los campamentos de refugiados de la Hammada de Tinduf, Argelia. Además de interpretar sus propias composiciones, la intención de Aziza Brahim es poner música a los poemas de su abuela, Ljadra Mint Mabruk, conocida como la poetisa del fusil. De esta manera quiere rendirle tributo y reivindicar su voz como una de las poetas imprescindibles de la cultura de su país.
Los versos honestos de Ljadra Mint Mabruk, revolucionarios política y poéticamente (que resisten al olvido y al silencio porque siguen teniendo vigencia y porque se siguen cantando de manera decidida y valiente), sirven de hilo conductor a un espectáculo musical en el que la conciencia y la seriedad no están reñidas con la diversión ya que es posible tanto disfrutar con los matices de las sonoridades de música y texto como bailar animadamente los temas del repertorio.