Longoria: 'Cuenta cosas que no casan con el mensaje
del Frente Polisario'
Ficciones como 'Wilaya' y documentales políticos
completan el FiSahara
Y de pronto, bajo la luna, el 'monopoli' de la
política internacional se despliega ante los ojos de los refugiados saharauis.
Y se les revelan algunos de los porqués de su conflicto: las claves del apoyo
de Francia y EEUU a Marruecos, la inoperancia de la ONU, el desinterés de
España... Y cómo pocos confían ya en que su drama vaya a tener la salida de
autodeterminación que esperan.
La clase de diplomacia llegó anoche en forma de
documental, 'Hijos de las nubes', la cinta producida por Javier Bardem y
dirigida por Álvaro Longoria que aborda 37 años de negociaciones fallidas.
Compromisos laborales les han impedido estar en FiSahara, pero querían que su
trabajo de cuatro años llegase a los saharauis. "Creo que van a escuchar
testimonios que no han escuchado antes. El documental intenta recoger las
versiones de todas las partes y cuenta cosas que no se corresponden con el
mensaje del Frente Polisario al que están acostumbrados. Van a entender de
golpe algunas de las razones de por qué están como están", contaba
Longoria a ELMUNDO.es horas antes de que comenzase el festival.
Y como están es divididos entre la zona controlada
por Marruecos desde los Acuerdos de Madrid y los campamentos a los que huyeron
miles de refugiados en el desierto argelino. Todo el proceso se ve en el
documental. En la pantalla de cine que cada año despliega FiSahara en la wilaya
de Dajla, los saharauis pudieron ver imágenes de la Marcha Verde pacífica con
la que Marruecos entró en el Sáhara Occidental cuando era colonia Española, de
los soldados del Frente Polisario en la guerra que se cerró en 1991 o de la
represión que sufren los suyos.
El silencio era absoluto. Pensativas, unas 300
personas escuchaban discursos de líderes de la ONU, EEUU, Francia o España que
los 'cosificaban' como si fuesen un ente. Su reflexión sólo se rompía para
vitorear a los soldados en pantalla o dedicar algún adjetivo al ex monarca
Hassan II.
Longoria y Bardem han estado cuatro años recopilando
testimonios. Y no ha sido fácil. "Nos han cerrado muchas puertas. Nadie de
Marruecos ha querido hablar, tampoco Aznar, Moratinos...", cuenta
Longoria. La idea surgió precisamente en un FiSahara, el de 2008, en el que
ambos descubrieron a los saharauis y su lucha de mano de la familia que los
acogía. En Dajla se acuerdan de aquéllo. "¡Qué raro se hace ver a Bardem
vestido de traje en Naciones Unidas después de haberle visto aquí tirado en la
haima!", dice un joven que le acompañó en la visita.
'Hijos de las nubes', que se estrena en una semana
en Madrid, no es la única cinta de temática saharaui que se proyectará en
FiSahara estos días. Habrá cintas como 'Carta a Sasha', de Javier Reverte y
Andoni Jaén, o el documetal 'Gdeim Izik, detonante de la Primavera Árabe', del
colectivo Thawra, en el que se abordan los sucesos de esos días. Otras de las
esperadas es 'Wilaya', de Pedro Pérez Rosado, rodada en los campos de
refugiados con actores saharauis no profesionales. Nadhira Mohamed es una de
las protagonistas de la cinta, que cuenta la historia de dos hermanas que se
reencuentran en los campamentos tras 16 años sin verse, ya que una de ellas
vive en España.
"Cuenta la situación del exilio. Cómo una madre
se sacrifica por el bienestar de su hija y para que tenga más opciones, la
manda lejos, cómo se hace con el proyecto Vacaciones en paz. No es un
documental de la historia del conflicto, pero sí muestra un drama al que puede
llegar cualquier familia saharaui. Todos tienen algún miembro fuera",
describe Nadhira, que llegó a España en 2002 de la mano de su madre, estaba
enferma y necesitada de tratamiento.
Desde España, Nadhira es muy activa por la causa
saharaui. "A todos nos gustaría vivir en mejores condiciones y si quieres,
puedes irte a Mauritania o intentar venir a España... Pero ésa no es la
solución. Hay que resistir en los campamentos hasta que el mundo se acuerde un
poco de nosotros", cuenta.
Entre los saharauis que asisten cada noche a las
proyecciones los hay en todas esas situaciones: con familia fuera, en trámites
para marcharse, resignados al exilio... Con 23 años, Nadhira pertenece a la
tercera generación de saharauis en los campamentos. "Hemos nacido allí y
no concemos otra cosa que haimas, casas de adobe y desierto. Creo que tenemos
más rabia que nuestros mayores porque nos han privado de todo sin ningún
motivo. Buscamos una salida más activa y si fuera por nosotros, habríamos
vueltos a las armas hace tiempo", dice ella. Es el mensaje que lleva años
escuchándose entre los más jóvenes de los campamentos.