Foto: José Taboada (d) y Jesús
Garay (2i), de CEAS; Sandra Astete (3i), de IEPALA; e Iñaki Markiegi (i), de
Mundubat, miembros todos de la Federación Española de Derechos Humanos a su
llegada hoy al aeropuerto de Gran Canaria procedentes de El Aaiún de donde
fueron expulsados por la autoridades de Marruecos. EFE
GUINGUINBALI LAURA GALLEGO
Islas Canarias09/05/2012
Sin explicación, como es
habitual, y con mucha rontundidad. Las autoridades marroquíes han vuelto a
negar la entrada en el Sahara Occidental a cuatro defensores de los derechos
humanos que volaron esta mañana desde Las Palmas de Gran Canaria a El Aaiún. Llegaban
con el único objetivo de comprobar la situación en relación con esos derechos
humanos que aunque la MINURSO sige sin incluir en sus competencias, la Unión
Europea ya ha reconocido que debieran ser prioritarios. Pero no han podido
siquiera bajar del avión.
"Debe venir alguien
importante en el avión". Era el comentario de varios miembros de la
tripulación al tomar tierra, sorprendidos por el despligue policial y militar
en el aeropuerto de El Aaiún. Y sí, parece que importantes para Marruecos. Aunque
se tratara de cuatro defensores de los derechos humanos.
Iñaki Markiegi, de la
Fundación Mundubat, Jesús Garay, de la Asociación de Amigos de la RASD de
Gasteiz, José Taboada, Presidente de CEAS y Sandra Astete, de IEPALA, llegaban
esta mañana a El Aaiún en un viaje organizado por la Federación de Asociaciones
de defensa de los Derechos Humanos con la intención de reunirse con activistas
saharauis sobre el terreno y "comprobar cómo está la situación, ya que la
Unión Europea ha reconocido en su última resolución que es vital velar por la
defensa de los derechos humanos y evitar que se sigan cometiendo atropellos",
explicaba Garay vía telefónica mientras cruzaba el control policial ya en el
aeropuerto de Gran Canaria.
Un control que no han podido
atravesar en El Aaiún. De hecho, según explica Garay, no han llegado a bajarse
del avión. "Una buena cantidad de policías y militares ha subido y nos ha
pedido los pasaportes, y después de un rato nos los han devuelto y se han
limitado a comunicarnos que las autoridades de El Aaiún no querían que
pisáramos tierra". Los activistas saharauis que esperaban su llegada han
recibido la misma respuesta al otro lado del control. Cómo conocían su llegada
es algo a lo que Garay ni se molesta en contestar. "Lo sabían, obviamente".
Como conocían otras visitas
similares en el pasado que -especialmente tras el desmantelamiento del
campamento de protesta Gdeim Izik- rechazan sin miramientos. Marruecos mantiene
un muro de silencio infranqueable desde entonces mientras continúan las
detenciones y los juicios a diversos activistas, según insisten en denunciar
los propios saharauis.
La postura del Parlamento
Europeo, recogida en ese informe referido por Garay sobre “Derechos humanos en
el mundo y la política de la UE al respecto” y adoptado el pasado 18 de Abril, abrió
una puerta a la esperanza. En él, la UE reafirma claramente su apoyo al pueblo
saharaui para el ejercicio de su derecho a la autodeterminación, y aboga por el
respeto de los derechos humanos en el Sahara Occidental, pidiendo en particular
a Marruecos poner fin a su represión y opresión.
El Parlamento Europeo se
pronuncia particularmente sobre la puesta en marcha de un mecanismo
internacional para la vigilancia de los derechos humanos en el Sahara
Occidental, interpelando de hecho al Consejo de Seguridad sobre la necesidad de
dotar a la MINURSO de la tarea de seguimiento y vigilancia del tema de derechos
humanos en los territorios ocupados.
Pero haciendo oidos sordos, las
autoridades marroquíes han vuelto a impedir la entrada de simples defensores de
los derechos humanos, dejando claro que sea lo que sea lo que está pasando, no
quieren testigos.
Marruecos impidió hoy la
entrada a El Aaiún a miembros de la Federación Española de Derechos Humanos que
iban a visitar a activistas saharauis, y los envió de vuelta a la isla española
de Gran Canaria, relataron hoy sus integrantes al llegar al aeropuerto.
Las Palmas de Gran Canaria
(España), EFE 9 de mayo de 2012
Los cuatro miembros de esta
delegación partieron hoy con destino al Sahara Occidental desde el aeropuerto
de Gran Canaria en un vuelo, del que no pudieron desembarcar, ya que las
autoridades marroquíes les obligaron a regresar a España.
El grupo estaba compuesto por
José Taboada y Jesús Garay, de la Coordinadora Estatal de Asociaciones
Solidarias con el Sáhara (CEAS); Sandra Astete, del Instituto de Estudios
Políticos para América Latina (IEPALA), e Iñaki Markiegi, de Mundubat.
Su objetivo era conocer sobre
el terreno la situación de los derechos humanos en el Sahara.
A su regreso al aeropuerto de
Gran Canaria, Markiegi relató a los periodistas que la Policía marroquí impidió
que bajasen del avión y retuvieron sus pasaportes, a pesar de la oposición del
comandante del vuelo, documentación que les devolvieron antes de su partida.
Al mismo tiempo, varios
activistas defensores de los derechos humanos que aguardaban al grupo español
en el aeropuerto de El Aaiún fueron rodeados por policías marroquíes, según
relataron ellos mismos por teléfono a la delegación española.
Según Markiegi, lo sucedido
hoy evidencia las condiciones en las que se encuentra la población en el Sahara
Occidental a pesar de que el Gobierno de Marruecos trata de aparentar que ha
habido mejoras, "pero la normalidad para ellos es la ocupación" y se impide
que los observadores internacionales puedan comprobarlo.
Esta visita de la delegación
española tiene lugar después de que el relator de la ONU para el Sahara haya
mostrado su preocupación sobre la situación de los derechos humanos en su
informe anual y antes del viaje de un enviado de Naciones Unidas al lugar, dijo
el representante de Mundubat.
Taboada denunció que Marruecos
los considera "personas non gratas como testigos de las violaciones
diarias de los derechos humanos" y lamentó que el embajador español en Rabat,
a quien llamaron, no haya impedido su expulsión.
La intención del grupo era
visitar a los presos políticos y a sus familias, para ofrecerles apoyo moral,
así como reunirse con defensores de los derechos humanos en Marruecos.
Las continuas denuncias de
abusos ejercidos por Marruecos provocaron su preocupación y motivaron esta
iniciativa de la Federación Española de Derechos Humanos, organismo con
estatuto consultivo en el ECOSOC (Consejo Económico y Social) de Naciones
Unidas, explicó.
Su objetivo era permanecer
cinco días en los territorios ocupados y mantener entrevistas con defensores de
los derechos humanos, como Aminatu Haidar, y otros representantes de la
población saharaui.