jueves, 10 de mayo de 2012

Marruecos impide entrar en El Aaiún a una delegación española de observadores de derechos humanos


Foto: José Taboada (d) y Jesús Garay (2i), de CEAS; Sandra Astete (3i), de IEPALA; e Iñaki Markiegi (i), de Mundubat, miembros todos de la Federación Española de Derechos Humanos a su llegada hoy al aeropuerto de Gran Canaria procedentes de El Aaiún de donde fueron expulsados por la autoridades de Marruecos. EFE
GUINGUINBALI  LAURA GALLEGO
Islas Canarias09/05/2012
Sin explicación, como es habitual, y con mucha rontundidad. Las autoridades marroquíes han vuelto a negar la entrada en el Sahara Occidental a cuatro defensores de los derechos humanos que volaron esta mañana desde Las Palmas de Gran Canaria a El Aaiún. Llegaban con el único objetivo de comprobar la situación en relación con esos derechos humanos que aunque la MINURSO sige sin incluir en sus competencias, la Unión Europea ya ha reconocido que debieran ser prioritarios. Pero no han podido siquiera bajar del avión.
"Debe venir alguien importante en el avión". Era el comentario de varios miembros de la tripulación al tomar tierra, sorprendidos por el despligue policial y militar en el aeropuerto de El Aaiún. Y sí, parece que importantes para Marruecos. Aunque se tratara de cuatro defensores de los derechos humanos.
Iñaki Markiegi, de la Fundación Mundubat, Jesús Garay, de la Asociación de Amigos de la RASD de Gasteiz, José Taboada, Presidente de CEAS y Sandra Astete, de IEPALA, llegaban esta mañana a El Aaiún en un viaje organizado por la Federación de Asociaciones de defensa de los Derechos Humanos con la intención de reunirse con activistas saharauis sobre el terreno y "comprobar cómo está la situación, ya que la Unión Europea ha reconocido en su última resolución que es vital velar por la defensa de los derechos humanos y evitar que se sigan cometiendo atropellos", explicaba Garay vía telefónica mientras cruzaba el control policial ya en el aeropuerto de Gran Canaria.
Un control que no han podido atravesar en El Aaiún. De hecho, según explica Garay, no han llegado a bajarse del avión. "Una buena cantidad de policías y militares ha subido y nos ha pedido los pasaportes, y después de un rato nos los han devuelto y se han limitado a comunicarnos que las autoridades de El Aaiún no querían que pisáramos tierra". Los activistas saharauis que esperaban su llegada han recibido la misma respuesta al otro lado del control. Cómo conocían su llegada es algo a lo que Garay ni se molesta en contestar. "Lo sabían, obviamente".
Como conocían otras visitas similares en el pasado que -especialmente tras el desmantelamiento del campamento de protesta Gdeim Izik- rechazan sin miramientos. Marruecos mantiene un muro de silencio infranqueable desde entonces mientras continúan las detenciones y los juicios a diversos activistas, según insisten en denunciar los propios saharauis.
La postura del Parlamento Europeo, recogida en ese informe referido por Garay sobre “Derechos humanos en el mundo y la política de la UE al respecto” y adoptado el pasado 18 de Abril, abrió una puerta a la esperanza. En él, la UE reafirma claramente su apoyo al pueblo saharaui para el ejercicio de su derecho a la autodeterminación, y aboga por el respeto de los derechos humanos en el Sahara Occidental, pidiendo en particular a Marruecos poner fin a su represión y opresión.
El Parlamento Europeo se pronuncia particularmente sobre la puesta en marcha de un mecanismo internacional para la vigilancia de los derechos humanos en el Sahara Occidental, interpelando de hecho al Consejo de Seguridad sobre la necesidad de dotar a la MINURSO de la tarea de seguimiento y vigilancia del tema de derechos humanos en los territorios ocupados.
Pero haciendo oidos sordos, las autoridades marroquíes han vuelto a impedir la entrada de simples defensores de los derechos humanos, dejando claro que sea lo que sea lo que está pasando, no quieren testigos.
Marruecos impidió hoy la entrada a El Aaiún a miembros de la Federación Española de Derechos Humanos que iban a visitar a activistas saharauis, y los envió de vuelta a la isla española de Gran Canaria, relataron hoy sus integrantes al llegar al aeropuerto.
Las Palmas de Gran Canaria (España), EFE   9 de mayo de 2012
Los cuatro miembros de esta delegación partieron hoy con destino al Sahara Occidental desde el aeropuerto de Gran Canaria en un vuelo, del que no pudieron desembarcar, ya que las autoridades marroquíes les obligaron a regresar a España.
El grupo estaba compuesto por José Taboada y Jesús Garay, de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS); Sandra Astete, del Instituto de Estudios Políticos para América Latina (IEPALA), e Iñaki Markiegi, de Mundubat.
Su objetivo era conocer sobre el terreno la situación de los derechos humanos en el Sahara.
A su regreso al aeropuerto de Gran Canaria, Markiegi relató a los periodistas que la Policía marroquí impidió que bajasen del avión y retuvieron sus pasaportes, a pesar de la oposición del comandante del vuelo, documentación que les devolvieron antes de su partida.
Al mismo tiempo, varios activistas defensores de los derechos humanos que aguardaban al grupo español en el aeropuerto de El Aaiún fueron rodeados por policías marroquíes, según relataron ellos mismos por teléfono a la delegación española.
Según Markiegi, lo sucedido hoy evidencia las condiciones en las que se encuentra la población en el Sahara Occidental a pesar de que el Gobierno de Marruecos trata de aparentar que ha habido mejoras, "pero la normalidad para ellos es la ocupación" y se impide que los observadores internacionales puedan comprobarlo.
Esta visita de la delegación española tiene lugar después de que el relator de la ONU para el Sahara haya mostrado su preocupación sobre la situación de los derechos humanos en su informe anual y antes del viaje de un enviado de Naciones Unidas al lugar, dijo el representante de Mundubat.
Taboada denunció que Marruecos los considera "personas non gratas como testigos de las violaciones diarias de los derechos humanos" y lamentó que el embajador español en Rabat, a quien llamaron, no haya impedido su expulsión.
La intención del grupo era visitar a los presos políticos y a sus familias, para ofrecerles apoyo moral, así como reunirse con defensores de los derechos humanos en Marruecos.
Las continuas denuncias de abusos ejercidos por Marruecos provocaron su preocupación y motivaron esta iniciativa de la Federación Española de Derechos Humanos, organismo con estatuto consultivo en el ECOSOC (Consejo Económico y Social) de Naciones Unidas, explicó.
Su objetivo era permanecer cinco días en los territorios ocupados y mantener entrevistas con defensores de los derechos humanos, como Aminatu Haidar, y otros representantes de la población saharaui.