Preocupado por el secuestro de
tres cooperantes -dos de ellos españoles- el presidente saharaui recibe a ABC
en su despacho
La independencia es lo
primero, antes incluso que la renovación de la cúpula del Gobierno saharaui. Lo
dice su presidente, en el poder desde 1976, en esta entrevista con ABC. Mohamed
Abdelaziz (1948) afirma además que tienen un detenido en relación con el
secuestro en los campamentos de refugiados saharauis el pasado octubre de tres
cooperantes, los españoles Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons y la italiana
Rosella Urru. El líder del Polisario no teme del acercamiento entre Rabat y
Argel y espera que el Ejecutivo del PP les apoye en la senda de la
independencia, aunque es consciente de que la actual crisis puede impedir que
haya pronunciamientos a corto plazo al respecto.
-La Primavera Árabe ha
ahondado en la necesidad del cambio de líderes. El Frente Polisario, con usted
a la cabeza desde 1976, es visto como una institución inmóvil.
-La representación y el
liderazgo del Polisario nunca ha sido un problema para nosotros porque en cada
congreso se presenta la oportunidad, garantizada por los estatutos, de
renovarlo. Hoy por hoy la primera preocupación de cualquier saharaui no es
tanto el liderazgo sino cómo lograr nuestro objetivo principal, que es la
independencia y sacar a Marruecos de nuestra patria, que nos priva de nuestros
principales derechos como la vivienda, la libre expresión o el movimiento. Esto
no quita que tengamos que aprender de la historia universal, de la democracia o
de los derechos humanos. Dentro del Polisario practicamos esta democracia y la
aceptación de la mayoría sobre la minoría. Sus militantes quieren que sea así.
La opinión de la mayoría es la que hay que respetar.
-¿Usted cree que la
existencia de diferentes partidos o corrientes sería un obstáculo para lograr
la independencia?
-No tenemos un partido único,
el Frente Polisario no es un partido sino un amplio espectro en el que todos
los saharauis que quieran la independencia tienen cabida, sean de derechas o de
izquierdas. La única condición para estar en el Polisario es querer la libertad
de la patria. Una vez liberada, como hay gente de todos colores, cada uno será
libre de hacer lo que quiera.
-¿Qué hay detrás del
secuestro aquí, en octubre, de tres cooperantes, dos españoles y una italiana?
-Considero que los autores
quieren hacer daño a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), al Frente
Polisario y a los refugiados. El Polisario es un movimiento democrático que
defiende la igualdad entre mujeres y hombres, la libre expresión, un modelo de
convivencia moderno en consonancia con las demandas internacionales. Esto lo ha
logrado en una zona en la que hay grupos que quieren golpear este modelo que
estamos creando aquí. También puede ser para buscar recursos financieros o para
que se den a conocer nuevos grupos terroristas.
-¿Tienen ustedes detenidos
por estos hechos? ¿son saharauis?
-Tenemos a un individuo de
origen maliense muy involucrado en el tráfico de drogas desde el Atlántico
hasta el mar Rojo. Pasó información a los secuestradores, medios y logística.
-¿Qué pasará con él?
-Será presentado aquí ante los
tribunales.
-¿Mantiene usted contacto
con las autoridades españolas sobre las gestiones que se están llevando a cabo
para la liberación?
-Tenemos relaciones y
contactos con Exteriores en España y con los servicios especializados que
tienen relación con este asunto.
-Dentro de un año se cumple
el 40 aniversario del Polisario y el conflicto sigue bloqueado. ¿Han pensado
ustedes en alternativas?
-Para nosotros la única
solución es la expresión libre del pueblo saharaui. Somos conscientes de que
habrá que hacer sacrificios para alcanzar este objetivo, pero también somos
conscientes de que lo vamos a alcanzar. La extensión del tiempo no hará
desaparecer el derecho a la independencia, ni va a prescribir. Hace poco he
estado en Sudáfrica en el centenario del Congreso Nacional Africano (CNA), que
logró su objetivo después de 82 años de combate.
-¿Nota usted que hay algún
cambio en las relaciones bilaterales cuando hay nuevo Gobierno en Madrid?
-Es un poco prematuro pedirle
a España posiciones con respecto al pueblo saharaui. Primero hay que dejarle al
Gobierno tiempo para ordenar sus cosas en casa, que las tienen muy complicadas.
No le pedimos gestos claros a corto plazo pero esperamos que lo hagan llegado
el momento. Tendremos que pedirle respuesta hacia algunas respuestas que
corresponden a España por su posición histórica en el conflicto. Hasta ahora
tenemos indicios positivos respecto al PP. Esperamos que reconozcan la
responsabilidad histórica española en el conflicto y que la solución debe
albergar el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación, algo que
reconoce el PP ahora mismo.
-¿El acercamiento entre
Rabat y Argel pone en peligro el compromiso argelino con los saharauis?
-No. No creo que sea una
amenaza. La posición se Argelia en el conflicto del Sahara se apoya sobre el
derecho internacional y defiende la autodeterminación. No creo que ese
acercamiento vaya en nuestro detrimento, pues es Marruecos quien necesita de
Argelia, de sus riquezas, sus finanzas, su petróleo y lo necesita para salir de
su situación de casi aislamiento económico y político.
-Pero Rabat está muy bien
arropado por París o Washington, ¿no cree usted?
-Los países se miden con
indicadores económicos, por la capacidad de afrontar el terrorismo, por
democracias más abiertas o por aspectos sociales. En estos indicadores Argelia
supera con creces a Marruecos.
-¿Qué consecuencias puede
tener para ustedes un ascenso islamista en las elecciones de este jueves en
Argelia?
-Hasta ahora todos los
argelinos sin excepción defienden los derechos del pueblo saharaui,
independientemente de su color político. No nos preocupa que sean islamistas o
de otra tendencia.