martes, 31 de julio de 2012

Las organizaciones vascas preparan el regreso de sus cooperantes al Sahara


Ya hay organizados varios viajes a los campamentos como demostración de solidaridad y apoyo
BILBAO. Acaban de llegar y ya están pensando en volver. Los tres cooperantes vascos de Mundubat que este domingo fueron repatriados desde Tinduf regresarán a los campamentos saharauis el próximo día 10 y tres días antes -el 7 de agosto- saldrá un vuelo en el que numerosas organizaciones vascas y algunas estatales, además de unos veinte voluntarios, se trasladarán al Sahara para demostrar que las amenazas terroristas -"reales o no"- no pueden ganar la batalla a la solidaridad.
Las asociaciones vascas que trabajan en apoyo del pueblo saharaui rechazaron ayer la decisión "unilateral" del Gobierno español de repatriar a los cooperantes y descartan los argumentos de presunta inseguridad esgrimidos por el Ministerio de Exteriores. Para los responsables de estas ONG que han sido consultados por DEIA, detrás de la medida hay otras razones que tendrían que ver con un cambio en la política de cooperación del Estado español, con la preparación de una intervención militar internacional en Mali o con la presunta colaboración entre el grupo terrorista que secuestró a los cooperantes Ainhoa Fernández y Enric Gonyalons con el Gobierno de Marruecos.
Sin embargo, frente a las dudas y discrepancias planteadas por los representantes saharauis y las organizaciones que trabajan en los campamentos, el Gobierno español no hace más que reiterar la existencia de indicios "fundamentados" de la preparación de una acción terrorista contra los cooperantes. Ayer mismo el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, volvió a justificar la decisión de repatriar a los cooperantes: "Puedo garantizar -dijo- que sabíamos que se iba a producir este secuestro. Los indicios que tenemos son ciertos e inminentes".
MENOS AYUDA Para las organizaciones vascas de apoyo al pueblo saharaui, "las razones aducidas de falta de seguridad ante un supuesto riesgo inminente de ataque terrorista no concuerdan con el análisis de las autoridades argelinas y saharauis ni de personas expertas en seguridad de la zona". Estas ONG señalan que "dado que la repatriación no ha sido consensuada ni con las autoridades legítimas saharauis ni con las organizaciones presentes en los campamentos, creemos que se trata de un gasto inútil encaminado a encubrir la voluntad del Gobierno español de reducir la escasa ayuda que presta al Pueblo Saharaui y para presionar políticamente al Frente Polisario en estos momentos de grave emergencia humanitaria para que acepte el intolerable statu quo político actual".
El rechazo de la decisión de retirar de los campamentos saharauis a todos los cooperantes que se coordinan con la Agencia Española de Cooperación Internacional se materializará en unos pocos días con la organización de un viaje "de solidaridad y testimonio", con el que representantes de organizaciones vascas y estatales, así como trabajadores voluntarios quieren demostrar que "no existen más riesgos que hace unos meses" y que "no se debe tener miedo de viajar al Sahara".
En este sentido, Eneko Calle, portavoz de la Coordinadora Euskadi-Sahara 27 de febrero, indicó que "el día 7 de agosto habrá un viaje que no estaba programado pero que se ha decidido organizar después de esta decisión de repatriar a los cooperantes, porque queremos demostrar que se puede seguir viajando allí y que los cooperantes ya están queriendo volver". "El mensaje que tenemos que transmitir es de tranquilidad y no caer en el error de tener miedo a viajar a los campamentos -añadió Calle-. Durante Semana Santa y el puente de la Constitución hay muchísimas familias vascas acogedoras de niños saharauis que viajan a Tinduf y cualquiera que haya estado allí conoce bien al pueblo saharaui, las medidas de seguridad que se han puesto en marcha y la tranquilidad que hay en los campamentos. Por eso una decisión del tipo de la adoptada por el Gobierno español supone caer en los objetivos que quieren conseguir los grupos terroristas que están actuando en Mali: que no vaya ninguna persona extranjera ni injerencias extranjeras en el norte de África".
EL REGRESO Otra demostración práctica de la falta de credibilidad que para las ONG tienen las advertencias del Gobierno español es el anuncio por parte de Mundubat del inminente regreso de sus tres cooperantes repatriados y del próximo traslado a Tinduf de cuatro más (dos médicos y dos enfermeras) que trabajarán durante el verano en el hospital de Auserd, en el Sahara Occidental.
Xabier Markiegi, presidente de Mundubat, criticó que la repatriación de los cooperantes se hubiera hecho "sin ninguna coordinación" con las ONG que trabajan allí y sin preguntarles "si queremos regresar o no, o si creemos que hay mucho peligro". "No se han coordinado con los saharauis, que son los que proporcionan las medidas de seguridad a las ONG. Es una medida unilateral", añadió.
En su opinión, la amenaza terrorista de la que habla el Gobierno español "es poco creíble" y apuntó que los cooperantes de Tinduf no perciben "el peligro" que Exteriores dice que existe "más que en otros momentos". "En todos los lugares, en todo África, en estos momentos hay peligro, en unos sitios más que en otros. En Somalia, en Afganistán, hay peligro, y se sigue cooperando, sigue habiendo proyectos de cooperación. Hace cinco años había más tranquilidad en los campamentos de Tinduf, pero no quita para que se haga el trabajo de cooperación y de emergencia. Estamos en países en conflicto. Estamos en Palestina, estamos en Gaza, y hay mucho más conflicto, mucho más peligro, que lo que hay en los campamentos saharauis", puntualizó.
LEJOS DE MALI Las dudas sobre el nivel de riesgo en la zona donde se ubican los campamentos saharauis son comunes a todos los que trabajan en ellos. Jesús Garay, presidente de la Asociación de Amigos de la RASD de Araba, insistió en que la repatriación "es una medida que no tiene sentido porque es contradictoria con el hecho de que otros cooperantes que trabajan en la zona mucho más cerca del peligro teórico que supone el terrorismo islámico no han sido evacuados". "Hay que tener en cuenta que los campamentos está a 2.000 kilómetros de Mali, tanto en ese país, como en Mauritania y Argelia hay otros voluntarios de las mismas organizaciones que han sido evacuadas de los campamentos saharauis que no han sido repatriados. Además, el supuesto riesgo todavía sin concretar no es compartido ni por las autoridades argelinas, ni por las saharauis. No estoy diciendo que sea mentira, solo que la información que tiene el Gobierno español debe ser muy especial porque no es compartida por otros expertos y servicios de información, como los de Francia, Argelia y Estados Unidos".
Garay insistió en que la repatriación "perjudica al pueblo saharaui y beneficia a Marruecos y no es entendible ni en el marco de la cooperación ni en el de la seguridad". Apuntó que la medida puede ser parte de la negociación para liberar a Gonyalons y Fernández, pues el grupo que los secuestró "fue sospechoso de colaborar con Marruecos y esto se puede ver claramente como un arma de Marruecos".