jueves, 2 de agosto de 2012

Exteriores quiere evitar el viaje de las ONG al Sahara el próximo día 7


El Gobierno español insiste en que "la amenaza para los cooperantes es real"
BILBAO. El Gobierno español trata de disuadir a las organizaciones que están preparando un viaje a los campamentos saharauis de su intención de trasladar cooperantes a esa zona, al tiempo que toma medidas para aumentar el control sobre el personal que las ONG del Estado tienen en la región del Sahel.
El ministro de Asuntos Exteriores, que el lunes se reunió con las organizaciones que le reclamaban explicaciones por la repatriación urgente de cooperantes desde Tinduf, insiste en el alto riesgo de secuestro que existe para los voluntarios de las ONG. José Manuel García-Margallo trasladó a los representantes de once ONG que trabajan en los campamentos de refugiados saharauis en el sur de Argelia que, según los datos que maneja el Gobierno, las organizaciones criminales que operan en el Sahel tienen "infiltrados" en los campamentos saharauis en Tinduf que, tras detectar debilidades en los servicios de seguridad del Frente Polisario, tenían diseñado un plan de ejecución "inminente" para secuestrar a cooperantes españoles. Esta certeza motivó la operación para repatriar a los cooperantes, que ahora dudan de la existencia de verdaderos motivos de alarma y ya están preparando el regreso al Sahara.
Al Gobierno español no le ha gustado el anuncio de varias asociaciones de apoyo al pueblo saharaui de la organización de un vuelo que partirá el próximo día 7 con miembros de ONG y cooperantes. El ministro de Exteriores intentó convencer a los representantes de las organizaciones de que no es seguro volver a Tinduf haciéndoles ver "el riesgo real" que corren los cooperantes, pues la amenaza no procede de terroristas o delincuentes que pensaran desplazarse de Mali a Tinduf con el fin de secuestrarles, sino de elementos infiltrados ya en los propios campamentos. "No son cosas hipotéticas. Es una amenaza muy específica.", señalaron fuentes de Exteriores.
Las organizaciones de apoyo a los saharauis se mantienen firmes en su decisión de regresar cuanto antes a los campamentos y, además de cuestionar las verdaderas razones del Gobierno para retirar a los cooperantes, insisten en que no se puede ceder a la presión de los terroristas.
El lunes García-Margallo se comprometió con las ONG a crear un grupo técnico para ver cómo evoluciona la situación y estudiar el mantenimiento de los proyectos de cooperación.
MÁS CONTROL De forma paralela, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ha puesto en marcha la elaboración de una relación precisa de todos los cooperantes españoles presentes en la región del Sahel. El departamento que dirige José Manuel García-Margallo está al tanto de los movimientos de los cooperantes que trabajan con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) o con otros organismos internacionales, pero ahora quiere llevar también un control de aquellos voluntarios o cooperantes de ONG pequeñas que puedan viajar a la zona para llevar a cabo proyectos financiados por las comunidades autónomas.
Con este motivo, Exteriores ha convocado para hoy otra reunión con representantes de las comunidades autónomas para explicarles la situación y tratar de encontrar vías para que la ayuda a los refugiados saharauis se siga manteniendo de manera "eficaz", aunque con "menor riesgo".
El Gobierno también está coordinando con Naciones Unidas y otros organismos internacionales medidas conjuntas para reforzar la seguridad de los cooperantes en el Sahel, a quienes por el momento se les ha pedido que extremen la precaución. Este es el mensaje que el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, trasladó recientemente a una veintena de cooperantes presentes en Níger, quienes tienen órdenes de no salir de la capital a no ser que lo hagan escoltados por las autoridades del país.