Consideran
que la seguridad en esta región "está garantizada"
Cuatro
cooperantes españoles deciden seguir en Tinduf
RTVE. es /
EFE 11.08.2012 - La delegación del movimiento prosaharaui que ha estado tres
días de visita en los campamentos de Tinduf (Argelia) ha opinado a su vuelta
que la seguridad en esa región está garantizada y ha pedido al Ministerio de
Asuntos Exteriores que reconsidere su consejo de que las ONG no vuelvan allí
por ahora.
El secretario
de Estado de Cooperación Internacional, Jesús Gracia, consideró el pasado
jueves una "irresponsabilidad" decir que los campamentos son una zona
segura cuando existe una amenaza de secuestro.
A su llegada
al aeropuerto de Barajas, el grupo integrado por más de una veintena de
voluntarios ha expresado su convicción de que las medidas de protección puestas
en marcha por la policía saharaui permiten proseguir la labor humanitaria con
garantías.
"Hemos
constatado sobre el terreno que existe la máxima seguridad para desarrollar
nuestro trabajo", ha afirmado el presidente de la Coordinadora Estatal de
Asociaciones Solidarias con el Sáhara (Ceas-Sáhara), José Taboada.
Exteriores
decidió el pasado 28 de julio, diez días después de la liberación de los
cooperantes Enric Gonyalons y Ainhoa Fernández de Rincón, repatriar a las ONG
españolas de Tinduf al disponer de información fiable de que iba a haber un
secuestro inminente de alguno de sus miembros.
Desde
entonces, está trabajando con la Agencia Española de Cooperación Internacional
para el Desarrollo (Aecid) y las ONG para acordar unas reglas de seguridad que
permitan reanudar la ayuda al pueblo saharaui lo antes posible y de manera
escalonada.
Para ello,
propone que las organizaciones operen en una primera fase desde Argel, situada
a 1.450 kilómetros
de Tinduf, la ciudad argelina que es la puerta a la zona controlada por el
Frente Polisario. En una segunda etapa, las ONG actuarían desde Tinduf y una
vez garantizada plenamente la seguridad, los cooperantes volverían a los
campamentos.
Cuatro
españoles permanecen en Tinduf
Cuatro
cooperantes españoles han decidido permanecer en los campamentos saharauis de
Tinduf (Argelia) para seguir trabajando en proyectos humanitarios, pese a que
el Ministerio de Asuntos Exteriores mantiene su advertencia sobre la
inseguridad en la zona.
Los dos
miembros de Médicos del Mundo y el de la ONG vasca Mundubat que han optado por
quedarse llegaron a los campamentos el pasado miércoles, junto con más de una
veintena de activistas prosaharauis españoles que esta noche emprendieron el
viaje de vuelta a Madrid tras reafirmar su compromiso con los refugiados.
Estos tres
cooperantes se unen a José Oropesa, el único voluntario que decidió seguir en
Tinduf tras declinar la posibilidad de ser repatriado con el resto cuando el
Gobierno español recomendó esta medida el pasado 28 de julio.
Evacuación
por riesgo de secuestro
El Ministerio
de Asuntos Exteriores llevó a cabo la evacuación al disponer de información
fiable de que iba a haber un secuestro inminente de alguno de los voluntarios
españoles por parte de grupos terroristas que operan en el norte de Mali.
Los miembros
de Médicos del Mundo y el de Mundubat se alojan en en un pabellón en Rabuni, en
el campamento que dista 25
kilómetros de Tinduf. En este centro fueron secuestrados
Enric Gonyalons, Ainhoa Fernández de Rincón y la italia Rossella Urru el pasado
mes de octubre.
A partir de
este suceso, el Frente Polisario redobló las medidas de seguridad del complejo,
así como de los desplazamientos de los cooperantes para evitar nuevas acciones
de los terroristas.
El Ejecutivo
español insiste en que es peligroso quedarse en la zona y que lo conveniente
sería preparar un plan de protección con las ONG para propiciar el regreso
escalonado a los campamentos.
"Sabemos
lo que hacemos"
Albert Sterm
aseguró que él y su compañera de Médicos del Mundo continuarán su labor en
Tinduf por "responsabilidad, coherencia y compromiso con el pueblo
saharaui".
"No
tendría sentido que ahora que la población necesita más que nunca del apoyo de
las ONG nos marchásemos todas de golpe", aseguró Sterm, uno de los
repatriados a final de julio.
"Sabemos
lo que hacemos. Pese a que la situación no es de absoluta tranquilidad, la seguridad
de nuestras operaciones se puede manejar siguiendo las normas que
tenemos", añadió.
A su juicio,
la evacuación dispuesta por el Gobierno español fue un "golpe anímico muy
fuerte" para los refugiados. "Se han sentido abandonados en medio del
desierto", afirmó.
Jesús
Martínez, quien también regresó a España por el aviso de Exteriores, discrepó
de la medida que se adoptó entonces. "Es un acto de justicia seguir dando
apoyo a la población", defendió Martínez, el delegado de Mundubat, ONG a
la que pertenece Gonyalons. Oropesa, integrante de la Asociación de Familiares
de Presos y Desaparecidos Saharauis (Afapredesa), convino en que no siente
temor por un secuestro. "El riesgo existe, pero la protección se ha
redoblado", apuntó.