jueves, 13 de junio de 2013

VII Jornadas de las Universidades Públicas Madrileñas sobre el Sahara Occidental





Conferencia. “Los Derechos Humanos del Sahara Occidental en el marco de Naciones Unidas”
Santiago Cantón, del Centro  Robert F. Kennedy (RFK) para la Justicia y los Derechos Humanos
Según Cantón el cambio de postura de EEUU ha llegado porque se escucharon a las víctimas saharauis. Hubiera sido muy importante que España hubiera apoyado la postura de de EEUU.
Esta postura se apoyó por una cuestión de violación de DDHH. Se logró cambiar así la dinámica de varias décadas. Hay que lograr demostrar que es una resolución era la correcta; el camino es seguir denunciando la violación de DDHH que suceden y que seguirán sucediendo. Lo fundamental es romper la dinámica anterior.
La Fundación Kennedy está de acuerdo con el derecho de autodeterminación reconocido por Naciones Unidas desde hace más de treinta años.

Mesa Redonda “La sociedad civil española: una historia de solidaridad con el Sahara Occidental”
Modera: Rosalía Aranda Redruello, Decana de la Facultad de Educación y Formación del Profesorado de la Universidad Autónoma de Madrid; realizó au introducción hablando de la experiencia de los maestros en el Sahara, dentro del proyecto de formación a los maestros saharauis.
Francisco Palacios Romeo, profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Comenzó su intervención afirmando que, más que de solidaridad, el tema del Sahara es una obligación y una cuestión de justicia. Ha pasado medio siglo desde la primera resolución de la ONU que hablaba sobre el Sahara Occidental. Además los que están sobre el Sahara también lo hacen por una cuestión de empatía y su concepto de comunidad. *Colectivo universitario de la Universidad de Zaragoza, llamado frig.
Falta de estructura de rol político del movimiento solidario saharaui, sí presencia en rol asistencial. Práctica de corte humanitario asistencial, salvo en los últimos cinco años. Se ha pecado de ingenuidad al pensar que un proceso de autodeterminación se llevaría a cabo. Sin embargo no ha ocurrido así, cuando en 2004 se sientan en negociaciones incluyendo a Marruecos. Han pasado los años sin avances, incluso con retrocesos, por eso el movimiento solidario ha ido cambiando de perfil.
Se ha hecho asistencia humanitaria, académica, asistencial, programa de niños, charlas sobre el tema, que solían quedar en los “gettos” de gente convencida. La dinámica ha cambiado, siendo mucho más efectiva, añadiendo la cuestión de derechos humanos. Se ha empezado a acudir a ayuntamientos y comunidades autónomas para realizar peticiones políticas, se firman mociones de apoyo. Hay que pensar si esto realmente es efectivo y tiene una utilidad, hay que preguntarse si esto influye en el Ministro de Exteriores, el Presidente del Gobierno o los afiliados de los partidos. A esto hay que aplicarle un plus. Se ha juridificado la acción de la sociedad civil: se han montado observatorios de derechos humanos saharauis, se ha denunciado la venta de armas por parte del gobierno español a Marruecos. Así hay una esquizofrenia entre la sociedad civil que apoya al Sahara y la clase política. Es una causa que abarca todo el espectro político. La clase política, en especial los dos partidos mayoritarios, han hecho poco o incluso daño a la causa saharaui. Deberíamos plantearnos muchas cosas.
La clase política se maneja bajo ley de hierro, los partidos son élites oligárquicas que quieren tener poder y mantenerlo por encima de cualquier otra cosa. Lo que hay que hacer es presionar. Hay que hacerles ver que si no se mueven, tendrán que perder. Hay que actuar con presión y actuar como grupo de interés con vocación y capacidad de presión. Hay que pasar a una política más institucionalista con más capacidad, teniendo en cuenta de que la saharaui es una causa fácil de explicar a la ciudadanía. Deben entrar los derechos humanos y recordar a los partidos políticos todo lo que hacen mal. El tema de derechos humanos es causa central y neurálgica de las agendas internacionales. Hay que aplicarse de forma muy militante en el tema de derechos humanos en el Sahara, hay que divulgar crudamente todo lo que está sucediendo y servir de amplificador de todo lo que está sucediendo. Toda la estrategia de derechos humanos debe pasar por la denuncia.
Otra asistencia debe ser la política, visitas de la sociedad civil a los territorios ocupados, asistencia a los juicios.
Impugnación del llamado régimen constitucional de Marruecos, que no es un régimen democrático, cuya soberanía no reside en el pueblo, sino compartida con el Rey.
Todo esto nos lleva a campañas puntuales: no abandonar el tema de autodeterminación y referéndum, derechos humanos, acuerdos UE Marruecos, estatus diplomático Frente Polisario, campaña sobre el estatus de refugiado político para activistas, campaña por los 22 presos de Gdeim Izik, campaña Cervantes a los campamentos...
José Taboada Valdés, Presidente de la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara (CEAS)
Reafirmó su compromiso con la causa saharaui y el Frente Polisario, la saharaui es una causa que toca directamente a los españoles, al ser España el responsable directo del sufrimiento del pueblo saharaui. Hay un muro de silencio y una censura sobre la causa. Está claro que el objetivo es político, no es una catástrofe humanitaria.
Hay una movilización continua por parte del movimiento solidario.
Luis de Vega, periodista de ABC
Desde 2002 a 2010 ha sido corresponsal en Marruecos, hay un mundo al este del muro, el territorio  bajo control del Polisario y los campamentos, y otro mundo al oeste, el territorio ocupado. Como periodista es más fácil viajar a los campamentos, pero él se queda con la parte ocupada, profesionalmente es mucho más interesante e incómodo pero es necesario. La realidad es complicada y mucho más desconocida, las fuentes que dan la información se arriesgan mucho más.
También distingue dos mundos en España, la real, y la que recuerda la época colonial, la España que representa el movimiento solidario, y la España que trata de desentenderse del problema y la responsabilidad, olvidando la Historia.
A pesar de las resoluciones a favor, la real politik se impone para complicar la resolución de una causa que es fácil de explicar y que debería ser fácil de resolver.
La implicación de EEUU en los derechos humanos la entiende como una cortina de humo para no apoyar el referéndum de autodeterminación. A esto se une la complicación del trabajo de las ONGs, el recorte en cooperación.
Para los periodistas es complicado “vender” el tema del Sahara en sus medios, cuando lo que se pide es “qué hay de nuevo”. Es complicado mantener la motivación y las ganas. El gobierno marroquí le retiró el permiso de residir en Marruecos [NOTA: Su acreditación como corresponsal en el territorio para el diario ABC le fue retirada por el régimen alahuí el día 12 de noviembre de 2010, bajo el alegato de "prácticas de animosidad y falsificación de los hechos"]. En palabras de Luis de Vega no cubrir el conflicto desde el territorio lo hace más complicado.
Julio Ancochea, jefe de neumología del Hospital de la Princesa de Madrid, en representación del Proyecto Alianza Sahara Salud. Proyecto que comienza en 2010. Actuación de sensibilización y asistencia. Hay pocos médicos, sí bastantes enfermeras y auxiliares. De 8 médicos en 2011, que atendían a unos 168.000 saharauis. Actualmente hay 15 médicos. Entonces sólo había un cirujano. Al mismo tiempo más de 200 licenciados saharauis estaban ejerciendo su trabajo en el exterior. Los problemas más graves de salud que se encuentran en los campamentos son: anemia, desnutrición, parásitos, enfermedades sexuales, diabetes, hipertensión, obesidad...
Es fundamental el trabajo en las Escuelas de Enfermería de los campamentos.
El objetivo es mejorar el estado de salud de la población. Formación en técnicas y habilidades de las enfermeras y ampliar el conocimiento de los médicos. Establecer un sistema de registro informatizado. También fomentar el sentimiento de pertenencia de los médicos y enfermeras al servicio saharaui de salud, contribuir a la mejora de equipamiento sanitario de los hospitales.
Actividades de formación, cursos, infraestructuras y equipamiento. Importancia de la sostenibilidad del proyecto. Necesidad de implicar socios, crear una alianza, promovida mini salud saharaui y las Universidades Públicas Madrileñas.
Daniel Gómez Casado, estudiante de la Universidad Autónoma de Madrid. Representando a la juventud que toma el relevo para seguir luchando por esta causa. Representa a los estudiantes que participan en el programa de sensibilización de la universidad. Doce estudiantes, dos de cada universidad pública madrileña, selección a través de un curso de todos los participantes. Primera aproximación a la realidad saharaui. Sensibilización política, se conocen escuelas, hospitales, charla con miembros del gobierno y la administración, se genera una visión crítica y una implicación emocional, que es inevitable al vivir con una familia. El objetivo del programa es utilizar el efecto multiplicador para llegar a mucha más gente. La juventud española y la causa, dentro de la universidad hay mucha movilización: programas de apoyo, prácticas, movimiento asociativo. Pero hay que hacer un esfuerzo para llevar la causa a la gente más joven que está fuera de estos ámbitos.  Es fundamental porque una vez que se es consciente de la responsabilidad española en el asunto, se hace un mayor esfuerzo por la difusión y la actuación.
Dentro del programa se abren muchas posibilidades de apoyo a la causa, como la PAPPS, una plataforma de apoyo político. 

Mesa Redonda “Los partidos políticos españoles y el Sahara Occidental”
Gaspar Llamazares, IU. Este es un momento de intensificar la iniciativa política, cuando se cumplen 40 años del Polisario, 40 años de logros políticos. El pueblo saharaui tiene reconocido su derecho a la autodeterminación por ONU, la Unión Europea o el Tribunal Internacional de La Haya. El estado español tiene una responsabilidad grave, política, moral y jurídica, que no es de un partido ni de otro si no del estado. Hay una gran preocupación por la violación de los derechos humanos en el Sahara Occidental. Especialmente el juicio militar contra 22 saharauis por el campamento de Gdeim Izik, con condenas que vulnera las mínimas garantías procesales a los detenidos. La multitud alzada a principios de mayo fue un claro mensaje al ocupante marroquí. Es fundamental garantizar la seguridad de los ciudadanos saharauis, la libertad para los presos, revelar el paradero de los desaparecidos, abrir los territorios a la prensa y observadores, terminar con el saqueo de recursos, o el problema humanitario de los campamentos.
El 18 de mayo los integrantes de los intergrupos se reunieron en el parlamento de Andalucía, para exigir al gobierno el cumplimiento de sus responsabilidades, reconocimiento del Polisario, apoyar proyectos de ayuda humanitaria, continuar los viajes a los territorios ocupados, mantener la ayuda humanitaria. En definitiva, hacer más esfuerzos políticos en un momento especialmente importante.
Fernando Maura, de UPyD. Asunto muy importante para la acción exterior y para finalizar las responsabilidades de España como potencia colonial. La actuación española en los últimos años ha tenido momentos como la huelga de hambre de Aminetu Haidar, el campamento de Gdeim Izik o la actuación del gobierno español ante la propuesta presentada por EEUU para que la Misión de Naciones Unidad para el Sáhara Occidental (MINURSO) tuviese competencia sobre los Derechos Humanos. A pesar de su importancia se trata de un tema que no está en el debate público ni en el publicado. Si estuviera pondría en serios aprietos la política española de acercamiento a Marruecos.
Urge un cambio de actitud, no se trata de empezar de nuevo la guerra ni una Intifada, si no una estrategia que ponga a cada uno frente a sus propias actuaciones; nueva proactividad que produzca esperanzas y un nuevo horizonte de futuro. Debe ser un compromiso del gobierno saharaui y del Frente Polisario pero también de los partidos políticos que apoyan la causa saharaui.
José Antonio Espejo, PSOE. Compromiso del partido con el pueblo saharaui de solidaridad y principios. En los periodos en que han gobernado han pasado del periodo de diplomacia pasiva a un intento de acercamiento entre las partes.
Rosana Pérez Fernández, del BNG. Defensa de la autodeterminación de los pueblos. Desde 1982 se han realizados resoluciones expresas a favor de la causa del pueblo saharaui. La actuación de los distintos gobiernos españoles de distinto signo ha sido tibia, incluida la ayuda a la cooperación. Los primeros gobiernos democráticos a pesar de estar el tema reciente, no supieron tomar mano directamente en ese tema, continuando la misma dinámica posteriormente. Los diferentes gobiernos tampoco han realizado crítica ni llamada de atención al gobierno marroquí. Ha habido manifiestos y declaraciones públicas, pero el consenso se acaba cuando acaban los discursos y empieza la práctica. El actual gobierno español mantiene esta misma postura. No se ha condenado el juicio militar contra los presos saharauis de Gdeim Izik, o las relaciones que se mantienen con Marruecos.
Propugnan una mayor intensidad en las reivindicaciones y ser más activos que nunca. La causa saharaui debe seguir siendo prioridad para los ciudadanos españoles.
Gema Conde, del PP. Secretaria Mesa de Exteriores en el Congreso. Posición de neutralidad activa, tratar de estar en una situación de equilibrio y de diálogo constante entre las partes, para que abandonen sus posturas maximalistas.