domingo, 14 de julio de 2013

Segundo idioma oficial. El Sahara, también olvidado por el Instituto Cervantes

La lengua española ha sido una realidad en los territorios saharauis desde el lejano siglo XV, presencia que se incrementó durante la época colonial.
El olvido que en la actualidad sufre esta población por parte de la comunidad internacional, y sobre todo por España, es aún más lacerante en lo que concierne a la cultura, ya que incluso el Instituto Cervantes se lava las manos a la hora de implicarse activamente en la promoción y mantenimiento del español en el Sahara, único país hispanoparlante en África.
CAMBIO 16. JADIYETU EL MOHTAR; Representante de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y miembro de la Delegación Saharaui en España
La llegada de los niños saharauis cada año a España, a través del Programa  “Vacaciones en Paz” , gracias a esa mezcla de solidaridad y compromiso político de las familias en España y del esfuerzo que tienen que hacer para comunicarse  con los niños y niñas  saharauis, especialmente los niños  y niñas españoles, hace que se llame la atención, un año más, sobre el papel que debe desarrollar España como país en la difusión del idioma español y especialmente en lo que concierne a los y las saharauis que hacen una labor encomiable para mantener una seña de identidad  y una cultura común que el que más puede ( España)  no lo hace.
Y no es esto ninguna elucubración que alguien se invente. Lo hemos dicho por activa y por pasiva: España, a través del Instituto Cervantes debe apoyar a los saharauis y no lo hace.
El Sahara, único país árabe hispanoparlante en África, tiene en su Constitución al español considerado como  segundo idioma y lengua de trabajo. Gran parte de la documentación oficial se escribe en árabe y español. También es la lengua de la cooperación en los campamentos. La cooperación del pueblo español es intensa: proyectos relacionados con temas como la salud, enseñanza y educación, justicia, información, construcción, equipamiento, transportes, cultura y deportes, son llevados a cabo por instituciones oficiales, partidos políticos, sindicatos, ongs, organizaciones profesionales y asociaciones de amigos del pueblo saharaui en español, en todas sus fases, y la contraparte saharaui es y debe estar preparada para su desarrollo y seguimiento en español.
Los saharauis queremos mantener el español porque forma parte de  nuestra cultura y una seña de identidad. El español desempeña también  el papel de una lengua de resistencia frente a la imposición francófona de la región, en especial a la que impone Marruecos, con la estrategia de diluir a los saharauis en una sociedad arabofrancófona, borrando las huellas y vestigios coloniales  de una historia que el Sahara y España tienen en común y a la que los saharauis nos aferramos mientras España se desentiende y hace oídos sordos a nuestro llamamiento.
Muchos refugiados adultos que hoy viven en los campamentos estudiaron en su día dentro del sistema educativo español. Los maestros y maestras saharauis de español han estudiado en Cuba, y algunos en España. La Escuela de Mujeres, 27 de febrero, en los campamentos de refugiados, ha formado y sigue formando cada año  a cientos de  maestros y maestras de español, pero la falta de materiales de enseñanza ha sido siempre uno de los mayores problemas.
Para muchos saharauis, los que crecieron y se formaron en Cuba y España, el español es su primera lengua (Cuba ha sido y es el mayor apoyo de los saharauis en la preservación del español), dos generaciones literarias, la Generación del Exilio y la Generación de la Amistad, formadas por jóvenes poetas y escritores saharauis son un ejemplo de hasta qué punto, los saharauis la sienten como una lengua propia y han contribuido a su extensión y enriquecimiento y consideran también  que El Quijote es Patrimonio del pueblo saharaui.
La presencia del español en el Sáhara se remonta al siglo XV, cuando se firman acuerdos entre las tribus de los territorios del Sáhara Occidental y los Reyes Católicos, que culminan con la colonización definitiva de la zona en el siglo XIX.
Hoy hay en torno a 25.800 estudiantes de español en los campamentos, según datos recogidos por el Instituto Cervantes. En los territorios ocupados del Sahara por parte de Marruecos la situación es casi similar. La posibilidad de aprender español en el Sáhara occidental  ocupado es más que precaria. Pequeñas academias privadas, asociaciones y grupos de jóvenes, además del colegio español de el Aaiún, son los únicos medios para estudiar y mantener el español.
Por ello, cada vez que nuestros pequeños embajadores (  niños saharauis que disfrutan del programa “Vacaciones en Paz”) llegan a España ,nos recuerdan que debemos seguir reclamando el apoyo para seguir manteniendo y usando un idioma que según la Constitución Española de 1978, en su artículo 3.1; el castellano es la lengua española oficial del estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho de usarla (sin que tengamos que recordar también que los saharauis a día de hoy siguen siendo españoles y España la potencia administradora según ONU).
El Instituto Cervantes tiene esa misión y  los saharauis, espacialmente las mujeres que son el 90% del profesorado en los campamentos de refugiados saharaui ,reclamamos más que nunca del Cervantes ,cumplir  con los saharauis sus dos objetivos principales : la promoción y enseñanza de la lengua española, y la difusión de su cultura , que es parte de la nuestra también.
No podemos entender porque no existe una Sede del Instituto Cervantes en los campamentos de refugiados saharauis  , cuando las hay en Rabat, Fez, Tetúan, Casablanca, Tánger, Dakar, Amman, Damasco, Beirut, Argel, Oran, Túnez y el Cairo (por citar sólo países árabes).
Esto nos hace hacer un reconocimiento especial a la labor de  las universidades españolas por  los proyectos de promoción del castellano en los campamentos de refugiados,
A las familias de acogida y a sus miembros más pequeños, que son los que realmente hacen una gran labor en la promoción y enseñanza de su lengua y su cultura en favor de estos pequeños, que están privados hasta de su derecho a aprender en la lengua de sus padres y abuelos.
A las asociaciones y otros organismos que han apoyado proyectos como  el que lleva a cabo la Coordinadora Provincial de Asociaciones Gaditanas  de amistad con el pueblo saharaui, que  ha puesto en marcha programas de alfabetización de mujeres en los campamentos de refugiados  saharauis en 2003, a petición de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis, el programa incluye también formación de monitoras para impartir clases, la formación de profesorado , proporcionar el material necesario y el mantenimiento de los centros.
Otro de los proyectos de  promoción y enseñanza de la lengua española es el Bubisher
El Bubisher es un bibliobús situado en los campos de refugiados del Sahara. Entra en las escuelas y se abre en los barrios para que todas y todos los saharauis lean y disfruten de la lectura. Cuenta con personal saharaui y voluntarios del estado español.
El proyecto Bubisher (www.bubisher.com) no es un proyecto español con ayuda saharaui sino al revés: un proyecto saharaui con colaboración española, y por eso ya han viajado escritores, animadores, editores, maestros, cuentacuentos, bibliotecarios, artistas y personas de cualquier profesión, con el deseo de  apoyar la lectura y la escritura.
Así que después de esta reflexión se pueden hacer la pregunta…yo, sinceramente, creo que quien más difunde el español  es Bubisher.
Jadiyetu El Mohtar; Representante de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y miembro de la Delegación Saharaui en España.