miércoles, 19 de julio de 2017

El profesor Juan Carlos Gimeno (UAM) denuncia la activa invisibilización y banalización del problema del Sáhara, con el claro objetivo de “borrar del mapa la historia colonial española y la cuestión del Sáhara”

CRÓNICA DE LA SEGUNDA SESIÓN DEL CURSO DE VERANO DE LA FIM Y EL PIE. EL ESCORIAL MARTES 18 DE JULIO
Los imperialismos ibéricos, ¿qué fueron y qué queda de ellos?
“La cultura oficial de España quiere “borrar del mapa la historia del imperialismo español y la cuestión del Sáhara” Juan Carlos Gimeno (UAM).
La segunda jornada del Curso de Verano de la FIM y el PIE giró en torno al análisis de los imperialismos español y portugués, en concreto, de los proyectos imperialistas impulsados por las dictaduras fascistas de España y Portugal en el siglo XX. La jornada tuvo lugar el 18 de julio, fecha del golpe de estado fascista de 1936.
La primera ponencia corrió a cargo de Juan Carlos Gimeno, Profesor de Antropología y Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), experto en la cuestión colonial española, en especial, en el Sáhara occidental. El profesor Gimeno comenzó recordando, como reconoce la ONU, como el Sáhara es uno de los 17 territorios coloniales aún existentes, constituyendo el territorio más grande y más poblado aún sin descolonizar, siendo la última colonia de África.
A pesar de haber sido una de las grandes potencias imperiales, el imperialismo español es poco estudiado y poco conocido por parte de la población española, algo especialmente “sangrante” en el caso del Sáhara, verdadero conflicto olvidado a nivel nacional e internacional.
A partir de la Guerra de Ifni (1957-1958), y en el contexto de los procesos de descolonización, la España franquista opera de manera contraria al resto de los países y declara el estatus de provincia (la número 53) al Sáhara, constituyendo un ejemplo tardío de imperialismo formal en plena época de la descolonización. Esta situación perduró hasta la década de los setenta con el inicio de la lucha del Frente Polisario.
El profesor Gimeno recuerda “que España sigue siendo el país administrador del Sáhara” responsable del proceso de referéndum de autodeterminación, “lo cual sitúa a Marruecos como país ocupante”.
Juan Carlos Gimeno denuncia la activa invisibilización y banalización del problema del Sáhara, con el claro objetivo de “borrar del mapa la historia colonial española y la cuestión del Sáhara”. Una política que es especialmente activa en los medios de comunicación que niegan todo espacio al problema del Sáhara y la responsabilidad que España tiene en esa situación.
Los Acuerdos de Madrid de 14 de noviembre de 1975, por los que España se retira y permite la ocupación del Sáhara por parte de Mauritania (posteriormente derrotada por el Frente Polisario) y por Marruecos, permitiendo a éste último, culminar la ocupación ilegal del Sáhara, la cual forma parte del proyecto de la monarquía de Marruecos del Gran Magreb. La Marcha Verde por tanto es una ocupación ilegal del territorio saharaui, acto constitutivo del nacionalismo marroquí.
La retórica de la Dictadura franquista era la de la “hermandad”. Ciudadanos saharauis lucharon en la Guerra Civil con Franco bajo el discurso de la “hermandad entre cristianos y musulmanes contra los rojos y ateos”. Este discurso de la “hermandad” de base religiosa encubría una retórica imperialista que buscaba el sometimiento de la población saharaui y la explotación de los recursos.
La actitud de las clases dirigente en España desde 1975, no es fruto de una coyuntura política delicada derivada de la crisis de la dictadura, tal y como se cuenta de manera oficial, sino que corresponde a un proyecto español deliberado del abandono del Sáhara y permitir su ocupación, consecuencia de una cultura imperialista, que entiende al Sáhara un territorio subordinado, sin derechos, al que se les quitó la nacionalidad española, beligerante con el Frente Polisario y la RASD y que explica la permisividad de España respecto a la violencia y persecución de la población saharaui y de apropiación de sus recursos.
De esta forma el Profesor Gimeno concluye como el conflicto del Sáhara es la máxima expresión de las consecuencias del imperialismo español y de la persistencia de una cultura imperialista que predomina entre las clases dirigentes en España y que ha logrado permear en gran parte de la población en la asunción del Sáhara como un cultura de segunda, sin derechos.
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