jueves, 30 de noviembre de 2017

Paloma López (IU) reclama que Marruecos permita a Cruz Roja visitar a los presos de Gdeim Izik y el reagrupamiento de los saharauis detenidos

IU Europa. 29/11/2017 
La eurodiputada de IU trasladará la petición de múltiples organizaciones internacionales al Intergrupo sobre el Sáhara Occidental de la Eurocámara, para presionar desde Bruselas. Pide que se conforme una comisión de observación internacional para analizar las violaciones de derechos humanos que Marruecos está cometiendo en el Sáhara Occidental.
La eurodiputada de Izquierda Unida Paloma López ha anunciado este miércoles que trasladará al Intergrupo sobre el Sáhara Occidental del Parlamento Europeo – del que  es vicepresidenta-, la iniciativa de numerosas organizaciones internacionales para que la Cruz Roja Internacional pueda visitar a los presos políticos saharauis de Gdeim Izik, condenados a penas que van de 20 años de cárcel a cadena perpetua después de un juicio plagado de irregularidades.
En una rueda de prensa en la Eurocámara, López ha señalado que espera que “haya una petición formal”, no ya sólo por parte del grupo de la Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica, “sino del máximo número de eurodiputados y de grupos parlamentarios posibles”.
Esta es una de las conclusiones surgidas de la conferencia Violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental que organizó ayer la eurodiputada de IU y a la cual asistieron una veintena de juristas, activistas y familiares de presos políticos saharauis.
Además, según ha explicado López, “nos queremos unir a la petición de que se conforme una comisión independiente de observación, que haga un análisis completo y detallado sobre las violaciones que se están produciendo en la zona” por parte del Reino de Marruecos. Violaciones que van desde la represión constante, a la persecución, detenciones arbitrarias y palizas que a diario someten las fuerzas de seguridad marroquíes a la población saharaui.
Dichas jornadas han estado muy centradas en el campamento de Gdeim Izik, la intervención brutal de Marruecos para desalojarlo y el juicio a los detenidos, que se cerró el pasado mes de septiembre con la repetición de las condenas que había dictado previamente un tribunal militar en un proceso que fue considerado nulo.
En este sentido, López ha exigido el “reagrupamiento de todos los presos políticos saharauis” ya que, por ejemplo, la dispersión de los detenidos de Gdeim Izik es tal que en algunos casos están a más de 1.300 kilómetros de distancia de sus familias, lo que sumado a las trabas que pone Marruecos para las visitas y el acceso a tratamiento médico, los coloca en una situación extremadamente precaria. “No pueden estar dispersos. Se tiene que posibilitar la visita de sus familias, la atención médica y por eso consideramos que el reagrupamiento es fundamental hasta su liberación, que esperemos sea pronto”, ha deseado.
También se ha referido al caso concreto de Naama Asfari, preso político saharaui en el proceso de Gdeim Izik, al que se le prohíbe la visita de su pareja, la ciudadana de nacionalidad francesa Claude Maguin, “algo que es a todas luces ilegal desde el punto de vista del derecho internacional”.
A su lado han comparecido ante los medios la observadora internacional en el juicio al grupo de Gdeim Izik y representante de Fundación Sáhara Occidental, Isabel Lourenço, y el joven activista saharaui, Hassana Aalia, que pese a los problemas que puso el Ministerio de Interior en la época de Jorge Fernández Díaz, consiguió el estatuto de refugiado en el Estado español.
Lourenço ha analizado en detalle el juicio de Gdeim Izik, que no ha dudado en calificar de “teatro” al violar “la Cuarta Convención de Ginebra, la Ley internacional humanitaria e incluso la legislación marroquí”. “Estuvo repleto de irregularidades, duró siete meses y nunca supimos si estábamos en el tribunal de primera instancia o en el de apelación y no se tuvieron en cuenta las pruebas de abusos y torturas continuadas a los presos”, ha explicado. Esas torturas “se siguen produciendo a día de hoy y los detenidos están siendo confinados durante 22 horas al día en su celda, algo prohibido”.
Asimismo, ha denunciado que “por primera vez en siete años aparecieran nueve autopsias” de las que, sin embargo, “no consta que haya habido levantamiento del cadáver, no hay fotografías, no consta el médico forense que hizo la autopsia, ni dónde se hizo, ni la hora y fecha del fallecimiento, ni hay pruebas de ADN”.
Aalia, por su parte, ha relatado la total impunidad con la que actúa Marruecos con el pueblo saharaui. “La zona ocupada está bloqueada militarmente, no se permite el acceso a nadie, incluido el grupo de europarlamentarios que fueron expulsados hace un mes. Las torturas, los malos tratos, las desapariciones forzadas, el robo recursos naturales y los ataques a nuestra cultura, nuestra juventud y nuestra identidad se producen a diario”, ha afirmado.
El joven activista ha querido “pedir que el PE presione más a Marruecos, que mande observadores y que abra una investigación sobre el campamento de Gdeim Izik, donde entraron brutalmente asesinando a tres saharauis, sobre los que no ha habido ningún juicio”.
“Esperemos que los presos puedan disfrutar de su libertad, pero también todo un pueblo dividido por uno de los muros más largos del mundo y lleno de minas antipersona”, ha sentenciado.


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